21 abr 2009

El regreso de mis vacaciones por tierras mediterráneas me deja un buen recuerdo. La luz, el paisaje, la gente. Todo esto ha hecho mayor el disfrute con la familia en este retiro de siete dias en el que recargar las pilas ha sido la única intención. Pero cuando alguien a quien encanta disfrutar de la buena mesa está en la Comunidad Valenciana no puede evitar el deleite de platos como el que ven.

Foto de Gilberto Isande

Esto es un arroz negro, lo preparé yo mismo, aunque tengo que reconocer que me quedé corto a la hora de usar tinta. Opté por no utilizar los sobres de tinta del supermercado. Así que este colorcito es el que le dió el propio calamar. Si quieren la receta, es bien fácil. un sofrito de cebolla, ajo, tomate, sal y pimienta. Calamar y un buen pescadito blanco (en este caso un poco de merluza) y calamar con su tinta. A este plato le va el alioli. Y desde luego para que todo baje con fundamento un buen vino va muy bien aunque yo en Valencia tuve que echar mano de la cerveza. Como hay que apoyar los productos de la tierra, Testamento Malvasía Dry de Cumbres de Abona (Tenerife).
Y de postre, estando por aquellos lares, lo mejor una naranjita...

Foto Carol Martín

... y qué suerte, poder arrancarla directamente del naranjo.


6 comentarios:

Angel H. dijo...

que buena pinta el arroz¡¡¡¡

saludos de un manchego

Unknown dijo...

Hummm, qué pinta. Tío cuando te montas un chiringuito?
Alain

Anónimo dijo...

A qué tiene un sabor y olor especial la auténtica naranja valenciana. Qué pena que ahora nos lleguen naranjas de marruecos
sixto

Anónimo dijo...

Hola gilber, soy torán, dentro de poco toca recoger el café en Agaete, acuérdate de llamar. Por cierto, de verdad que tú haces ese arrocito! ? qué pinta hummmm

Unknown dijo...

Ooooiga, muy bueno pero siempre habla usted de vinos balncos del sur de Tenerife.
Pruebe otros y ya verá

Fogones en el faro de lava dijo...

Hola Celestino, habla de los del sur de Tenerife pero también he mencionado algun blanco del Hierro. Poco a poco vamos conociendo otros caldos, maravillosos todos, porque es cierto que tienen calidad pero además por el trabajo inmenso que hay detrás de cada uno de ellos.Y bueno hace un par de semanas probé en Bodegas Monje su "dragoblanco" bien fresquito y estaba realmente bueno. ¡Pruébalo!